Léeme


Últimamente he estado leyendo un poco más de lo que solía hacerlo, a mí me gustan mucho las historias en cualquier presentación y siempre he sido fanática de la mitología griega. Si me preguntas he leído muy pocos libros pero muchos textos cortos, porque prefiero temas suaves y que no me hagan pensar.

Imagen de Comfreak en Pixabay 
Comencé a pensar por qué estaba leyendo tanto si el año pasado lo intenté pero el éxito fue nulo. El año pasado estaba desempleada  y tenía mucho tiempo libre, así que era ideal hacerlo pero no para mí era estresante encontrar algo que leer y otras veces me quedaba dormida. Es algo de lo que no estoy orgullosa pero hay que decirlo…

Al fin, leer no es un asunto cotidiano en general, si le pregunto a mis cercanos la mayoría lee pero no libros o los que leen libros algunos son constantes y la mayoría prefieren hacer otras cosas. Leer es un viaje del pensamiento que puede ir más allá del tiempo o el lugar y si se es lo suficientemente juicioso para identificar sus propios tópicos es el mejor pasatiempo.

En mi caso solo puedo hacerlo cuando estoy tranquila, porque al igual que la tv o el cine es algo que me gusta disfrutar sin tener que esforzarme por concluir algo o cambiar mi vida…me gusta apreciar lo que dice, ver los colores y las formas. No me pidas un libro de divulgación científica o un documental de más de 15 minutos porque me has perdido. Pero es cuestión de gusto, claramente hay quien disfrute exactamente lo contrario y podemos compartir conversaciones sin trascender ni entrar en confrontación.

Lo que sí es real es como con el tiempo notas que has aprendido muchas cosas. Por ejemplo mi último libro era sobre mitos nórdicos, sinceramente no me gustó mucho porque estaba mal escrito, para mí, pero tenía tantas ganas de conocer más sobre los nórdicos que lo terminé y valoré cada palabra porque no se imaginan lo difícil que fue encontrarlo. Además la mitología nórdica se conoce por lo poco que cuentas los que los católicos de la época porque sus costumbres eran totalmente orales y mucha información se perdió.

El hecho es que un día cualquiera hablando de cualquier cosa, terminé contando que estaba leyendo y mi hermana me dijo “se te nota” por la forma en que hablas, todo cambia de manera tan sutil que a lo mejor tú ni siquiera lo has notado pero suenas diferente. Parece una bobada pero yo fui feliz en ese momento, una lectura cambia la percepción de tu imagen.

Yo soy profesional en las áreas sociales y durante la carrera perdí todo el amor por la lectura que pude tener en la niñez. Leía tantas fotocopias que olvidé el olor al abrir un libro, conectarse con las palabras de otro, ver colores (porque los prefiero con imagen y muchos colores), perdí el sentido de leer un libro completo. Algunos de mis compañeros nunca lo sintieron, algunos tenían sus lecturas personales pero otros como yo cambiaron de hobby.

En su momento vi muchas películas, de todo tipo y también las disfruté, lloré y aprendí de ellas pero reencontrarme con el libro es de lo mejor que me ha pasado este año. A las que leen y aman  hacerlo sería súper lindo poder compartir algunos títulos y las que no solo les puedo decir que vale la pena hacerlo.

Consejo: Para poder amar la lectura es primordial identificar qué te gusta, porque libros hay tantos como colores y dar con el de uno no es fácil pero al hacerlo es una sensación tan bonita. Así que como en los cuentos, hay que besar a muchos sapos para poder encontrar a tu príncipe. Mi recomendado de siempre es Alicia en el país de las maravillas.

Lindo día!

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