¿Seré yo señor?

Imagen de Khusen Rustamov en Pixabay
No es mi intención cuestionar a nadie o que me cuestionen a mí pero debo decirlo: Yo soy pro aborto. Crecí como colombiana promedio en un hogar católico, no soy fan del sagrado corazón de Jesús, pero iba a la iglesia cada ocho días y varias veces leí la palabra del señor. Mi familia es de raíces costeñas y por ende es conservadora.

…Pero será que la mamá o las tías o la abuela o la 
bisabuela o glu glu glu en sus años gloriosos, esos en los de la flor de la juventú no habrán pensado en no tenernos a nosotras? Porque por más felicidad y demás la bendición también es una responsabilidad, una que no todos están dispuestos a asumir. No sé si todo pasado fue mejor pero creo que no es lindo que los demás opinen de tus decisiones cuando las situaciones de vida han sido tan diferentes, porque es verdad que la experiencia pesa pero los tiempos cambian.

Yo no soy mamá y nunca he estado embarazada pero tengo muy claro que si llego a estarlo tengo dos opciones tenerlo o no. Confieso que no me gustan los niños pero me ilusiona la idea parir vida, tener una criaturita que salga de mí y que sea sangre de mi sangre. Tal vez es la edad la que me ha llevado a pensarlo un poco más porque soy profesional, no vivo de ella pero me hizo feliz estudiarla, tengo un pareja estable y mi familia me apoya, presiento que son buenas bases para gestar pero no me convenzo del todo.

Han visto la cantidad de embarazadas que hay en la calle o ahora el exceso de niños en la calle, ya no sé si son desplazados o inmigrantes pero es feo pensar en el futuro de ellos y me cuestiono en dónde están esas bellecitas que rezan al frente de Profamilia por todas las almas abortadas o la iglesia que tanto ha hablado del tema, teniendo en cuenta que ellos no tienen hijos, y el estado de extrema derecha que sale a convencernos con el discurso de la sagrada familia…porque si se preocupan por un “ser” no nacido, no será mejor que se ocupen de los que ya están creciendo y que viven en las calles.

Yo pienso que el mundo actual es oscuro y malo para un pequeño ser de luz y alguien me dijo: No es la primera vez que está así, es más nunca ha estado bien y aun así todos nosotros estamos aquí. Y es cierto porque si nos quedamos esperando a que vivamos en un jardín de rosas no va a llegar el momento porque no hemos visto que esas rosas también tienen espinas que hacen daño. Pero está la otra cara, esa de la joven, niña o adulta que alguna razón quedó en embarazo y es consiente que no quiere o no puede ser mamá en ese momento o nunca por qué obligarla a tener un niño que no va a ser feliz.  

Por eso querida mamá, queridas instituciones, querido entorno hoy quiero decirte que el mundo es más, mucho más, que lo que pasa con mi cuerpo. Está bien que me apoyes, me ayudes cuando lo necesito, me aconsejes cuando estoy perdida pero vive más tu vida que yo decido por la mía.

Ya que por gloria del espíritu santo, la naturaleza o los extraterrestres las mujeres tenemos la capacidad para ser mamás, es algo que nos toca por azar y no por elección. Y cada una debería tener la oportunidad de hacer con ello lo que mejor le parezca. Pensemos si nos lo dieron a nosotras tal vez será porque tenemos todo para hacer de este mundo un lugar mejor.

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